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Sillas que hicieron historia

Egue y Seta nos muestra en este proyecto que el mobiliario y la decoración son esenciales para crear hogar aún con arquitecturas excelentes

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Egue y Seta

Barcelona
Casp, 54 1º 1ª B. 08010
T. + 34 931 791 992
barcelona@egueyseta.com
Madrid
Paseo del Prado 24, 4ºA. 28014.
T. + 34 912 999 994
madrid@egueyseta.com
A Coruña
Políg. Ind. Pocomaco 5º avenida-parcela E5. 15190
T. + 34 981 118 089
coruna@egueyseta.com

Los interioristas de Egue y Seta nos cuenta el proyecto Summer Mood con su originalidad de siempre desde la pasión que despliegan en sus proyectos de interiorismo.

«Viajar siempre está bien, pero quizás, en esta casa, lo de “quedarse” no se lleve tan mal. La tumbona, la palmera, el cóctel y el chapuzón nunca estuvieron tan cerca del salón y aquí el “todo incluido” incluye todo lo que salga de esa fabulosa cocina con vistas, su celler o de la barbacoa de más allá. Quizás, lo único que haga falta aquí para vivir una auténtica vacación sean las maletas o el jetlag (y eso tiene fácil solución)…

Con una fachada opaca que muestra desde la vía de acceso las tres alturas en las que se desarrolla la vivienda, una vez dentro, esta casa, clara heredera de aquellas arquetípicas del movimiento contemporáneo, se vuelca entera hacia los jardines circundantes en el exterior, a través de sendos cerramientos acristalados que disuelven toda la envolvente en el azul del cielo y el verdor frondoso de la vegetación que delimita un generoso jardín trasero. El resto, sus pocos muros ciegos, sus forjados y la escalera, organizan, por su parte, la circulación y el uso de unos espacios que pareciera que apenas han de servir como dependencias ocasionales cuando estar afuera sea enteramente imposible. Si la casa, desde siempre, ha sido pensada como el reino de lo íntimo y lo interior, esta vivienda en concreto viene a replantear este postulado.

Si algo demostraba, en cualquier caso, el estado inicial de esta reforma, es que la arquitectura y el paisajismo por sí solos o en conjunto, pueden hacer del espacio algo habitable, sí, pero también, que son insuficientes a la hora de crear sensación de hogar. Que el mobiliario, e incluso la decoración, son los principales vectores del sentido y que, al tiempo que posibilitan la función, dotan de programa, pero también de historia y personalidad a aquello que de lo contrario no sería más que un aséptico pabellón. El proyecto que hoy os mostramos, por tanto, no derriba ni erige, no separa ni reúne, pero se encarga en cambio de subrayar, enfatizar y acabar de conseguir todo lo que la arquitectura original quiso, pero no logró y de hacer posible todo lo que sus habitantes deseaban hacer dentro de esos “cuatro cristales”.

¿Se debe amueblar una escalera?

Quizás no sea lo más lógico o lo indicado. En cambio, puede que sí sea interesante subrayar su condición de “vaso comunicante” vertical, contrastando con revestimientos oscuros su volumetría adosada a una casa principalmente blanca. Quizás, adicionalmente, se pueda sembrar un jardín interior en su base, pespuntear con un camino de topos lumínicos la única pared cuyo desarrollo en tres alturas es visible a través del ojo de escalera, o habitar su embarque con aquel tipo de mobiliario y decoración que den bienvenida y buena cuenta de quienes habitan la casa en la que acabamos de entrar, cómodos y descalzos tras haber dejado los zapatos, las bolsas y los abrigos bien guardados.

¿La televisión debe ir en el salón o en el comedor?

Pues quizás en ninguna parte si se entiende que el mejor entretenimiento es la compañía y la familia reunida para comer, darse un chapuzón en la piscina, jugar en el jardín, o simplemente conversar, en el invierno, alrededor del calor. Por eso, quizás haya sido más conveniente colocar sobre ese imponente muro de piedra una chimenea que en el lugar de una pantalla, hiciese de bisagra entre dos espacios con innegable vocación de sociabilidad. Por eso, fue necesario crear un volumen nítido y diáfano sobre el que se recortase este nicho de calor, coronado por un guiño vegetal y una ventana alta que recuerda que, en esta casa, incluso el cielo está bajo techo.

 

¿Es verdad que todas las fiestas acaban en la cocina?

Pues dependerá de la fiesta, del numero de invitados y de la cocina y su dimensión. Aquí, por eso, caben fines de fiesta, meriendas entre los juguetes de los niños, copita de vino con la pareja y cocinados largos con mise en place para un batallón. No hubo que tirar paredes ni mover armarios para ello. Sólo hizo falta incluir una barra alta con sus taburetes, una vinoteca refrigerada, un banco con respaldo y el mobiliario mínimo para configurar un pequeño salón de apoyo; reforzar la iluminación decorativa y apuntalar la protección contra el sol.

¿Son el ratán y el plástico las únicas alternativas para el mobiliario exterior?

Sólo si queremos reproducir las terrazas de toda la vida. Si nos permitimos amoblar el exterior olvidándonos de cómo se solía verse la intemperie, hoy en día podemos escoger entre una cantidad de tejidos y materiales que siendo tan duraderos como los de siempre, nos permiten decorar salones y comedores de jardín con similar profusión, sofisticación y confort que sus homólogos situados al otro lado del cristal.

¿Los cabeceros han de ir por fuerza en la cabeza?

Pues si, primordialmente. No tienen porqué, sin embargo, acabar justo ahí, pudiendo, como en este caso, girar para abrazar la pared lateral y generar un banco de apoyo con la misma materialidad que acabe por configurar una habitación en suite con doble orientación, desde la que mirar una terraza amplia y repletas de verdor y desde la que el sol, cada mañana, nos espíe.»

Mobiliario

Hall de entrada. Apliques de acero blanco y negro mate en hall y escalera de 29cm, Aromas del Campo.  Banco zapatero hecho a medida por Disseny 9evo.  Cojines de la Redoute y Zara Home. Cuadros abstractos rosa y azul, de Made.

Salón – comedor. Mesa de comedor modelo T5 de Tonelli. Sillas tapizadas de comedor, de Kave home. Sofá hecho a medida por TC Project. Banco amarillo hecho a medida por TC Project. Alfombra lisa de comedor y salón, de Alfombras KP. Alfombra con composición abstracta modelo Polia, distribuida por Doméstico Shop. Lámpara de pie negra con base de mármol, de Kave home. Mesa de centro metálica con sobre de mármol. Mesa negra auxiliar, de Kave Home. Lámparas de comedor modelo Formakami JH3, diseño de Jaime Hayon. Jarrones azules de mesa comedor, de Zara Home. Escultura en aparador, de Made. Lámpara de mesa 42,5cm de vidrio y base de latón cepillado dorado, en aparador de comedor. Habitat. Cojines modelos Artemis, Merlin y Texex sobre sofá, de Textura Interiors. Ilustraciones de Eduard Alcaraz Espriu.

Cocina. Banco en terciopelo gris, de Maison du monde. Taburetes negros, de Adreu World. Lámpara de techo cilíndrica, en metal negro, de Kave Home. Cojín verde con borlas, de Calma House. Cojín verde de lino, de Zara Home. Cojín de lana 40x60cm tejido en lana negro y blanco, de Habitat.

Habitación Principal. Aplique de pared metálico con brazo curvo, cabeza cilíndrica de aluminio. Funda Nórdica color gris, de Textura Interiors. Cojines de 50×50 estampados, de HyM Home. Cojín azul de terciopelo de Maisons Du Monde. Cuadros abstractos en blanco y negro, de Made. Alfombra tejida a mano de 170x240cm gris, de Habitat. Manta azul marino, de Zara Home.  Manta bicolor amarillo y gris, de Textura Interiors.

Terraza. Sofá modular hecho a medida por TC Project. Juego de mesas de centro negras, modelo Galets, de Habitat. Lámpara de pie modelo Vesus, de Faro Barcelona.

Proyecto: Summer Mood.
Autor: Egue y Seta.
Han participado en el proyecto: Daniel Pérez, Felipe Araujo, Laura Fernández, Emma Charles, Diana García, Sarah Salas, Maria Escobar y Veronica Galli.
Ubicación: Corbera de Llobregat, Barcelona.
Realización: 2020.
Superficie de actuación : 209 m2
Fotografía: Vicugo Foto.
Constructora: Rehabidi.
Carpintería: Disseny 9evo.

Egue y Seta

nació en las aulas del Master de Diseño Interior de la Escuela Superior de Diseño ELISAVA de Barcelona y se fundó en el año 2007, con la intención de fusionar las inquietudes profesionales de un diseñador gráfico y un interiorista, provenientes de una esquina de España y un rincón del mundo respectivamente, a fin de prestar un servicio integral a un cliente en su mayoría corporativo, local y de capital medio.
La evolución del oficio ha querido que el estudio haya abordado proyectos de diversa índole, teniendo la oportunidad de participar en proyectos de hostelería, comercio, institucional y de espacios de trabajo, llegando también a abordar el desarrollo de campañas promociónales impresas, packaging, imagen corporativa, diseño web, pequeños proyectos audiovisuales.

El nombre “Egue y Seta” hace referencia a limitaciones muy propias de dicción de cada uno de sus creadores: Daniel pronuncia la R de una forma peculiar desde pequeño, mientras Felipe se rehúsa a pronunciar la Z porque no hacer una mala imitación de los españoles…el resultado es que nombran las cosas de forma distinta al resto, y al tiempo que se hacen entender perfectamente, cuando suenan las cosas que dicen, es evidente que las dicen ellos… Egue y Seta pretende brindar ese servicio a marcas y particulares: el poder de enviar mensajes, perfectamente comprensibles, cercanos y cotidianos, con una marca personal inequívoca, autentica y humilde, una que proviene de un profundo conocimiento de sus ventajas comparativas, de sus aciertos y  sus activos pero también del conocimiento y análisis de sus limitaciones y de cómo convertir estas en potenciales diferenciadores…

Egue y Seta diseña espacios y experiencias de venta, negocio y representación, tanto efímeros, como permanentes, garantizando siempre a sus clientes el mayor nivel de notoriedad y una óptima exposición de sus productos y servicios.

No son meros “creativos”: Egue y Seta idea espacios, objetos y estrategias de promoción; gestiona su producción, montaje y construcción desde la fase proyectual hasta la entrega, sirviéndonos de fabricantes competitivos e industriales de confianza de destacada trayectoria en el mercado. Para ello establecemos relaciones puntuales de colaboración profesional con terceros manteniendo siempre una independencia económica y de criterio con respecto a éstos, que garantiza la primacía del compromiso con el cliente.

En Egue y Seta afrontan los proyectos desde la certeza que el cliente si sabe y conoce lo que necesita, gusta y considera estético. Por tanto escuchan atentamente, para después emplear su experiencia y formación en la tarea de encontrar formas novedosas y funcionales de satisfacer tales necesidades. Clientes como: Casa Decor, Sabaté, Avanade, Microsoft, Condoms & Co, Ciutat Hotels, Selvatgi, Reebok…

Fuente: Egue y Seta.

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