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Sillas que hicieron historia

Helena Rohner crea la colección Anaga, una experiencia para los sentidos que evoca la frescura del Mediterráneo

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Helena Rohner

Almendro 4,
28005 Madrid
Tel +34 91 365 7906
info@helenarohner.com
www.helenarohner.com

«¿Por qué conformarse con una vela cuando con un conjunto de ellas puede obtenerse una sinfonía de luces y sombras?» Eso es lo que pretende la colección Anaga: crear un escenario luminoso, suavemente colorido y con reminiscencias mediterráneas para iluminar de manera orgánica estancias en pausa«, comenta la diseñadora Helena Rohner, creadora de la colección para Cerabella.

El nombre de Anaga hace referencia a un monte en Canarias, que se ha escogido como oda a las raíces y a la naturaleza que ha envuelto desde su infancia a la diseñadora. La inspiración a la hora del diseño ha sido todo un sueño, pues a través de una delicada búsqueda se ha encontrado cada una de las piezas. La combinación entre ellas convierte a Anaga en una colección diferente, única y mágica.

La colección Anaga evoca la frescura del Mediterráneo, la luminosidad y calidez de las islas, y transmite serenidad tanto con su color como con su perfume.

«Me gusta observar los espacios y los objetos que están en ellos de forma pausada. Una tríada de velas que forman un bodegón me parecía una manera preciosa de admirar su forma, color y olor«, explica Rohner.
Rohner ha escogido tres colores en tonos suaves y naturales con el fin de que la composición encuentre el límite en la mente de quien las utilice, ya que podrá combinar las velas de cualquier forma y siempre acertará. «Es un natural desarrollo de mi universo: suave, orgánico y contundente a la vez. Comedido en las formas e imperfecto al mismo tiempo. La textura nos ayudó a hacer esas formas limpias más cálidas«, describe la diseñadora.

En este recorrido por los sentidos, desde la forma y el color se llega al perfume. La fragancia, formada por una base de esencia de bergamota, da lugar a un perfume fresco, intenso, ácido y dulce que transmite  serenidad, sosiego y equilibrio. Aparte de su fragancia principal, el perfume de Anaga está compuesto por notas frutales y cítricas que dan paso al jazmín y la magnolia como notas de corazón, antes de descubrir la sensualidad del almizcle, el ámbar y la madera en su toque final. La combinación de estas notas secundarias ayuda a potenciar la fragancia de bergamota, creando así un aroma completo y agradable.

Helena Rohner

En la obra de Helena Rohner, la pureza de sus líneas escultóricas están enraizadas en el estrecho vínculo que mantiene con el paisaje de su Canarias natal. Contar con una de sus piezas es como adornarse con un rayo de luz, o bien como lucir un mineral, aunque blando y cercano a lo carnal, que estuviese modelado, no por mano humana, sino por los elementos de la naturaleza.

Las colecciones de Helena, sensuales, atemporales y contemporáneas al mismo tiempo, giran en torno a la armonía, la pasión por el color y la variedad de materiales, que van desde la plata y el oro pasando por la porcelana, la piedra, los tejidos y la madera.

De familia española y suiza, en su casa siempre estuvo rodeada de tejidos, telares o marionetas, que fabricaban sus padres. Ella descubrió su vocación en los cursos de joyería a los que asistía por las tardes al tiempo que se formaba en ciudades como Londres, Ginebra y Florencia.

Además de sus joyas, siempre sutiles, elegantes y útiles, Helena ha llevado su creatividad a la realización de piezas cerámicas, de madera, lámparas o alfombras, y ha diseñado colecciones para Georg Jensen, Kahler, Bodum y Munio, encontrándose entre sus últimos proyectos una colaboración para Dac Rugs. En 2015 fue galardonada con la prestigiosa Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Cerabella

Cereros desde 1862. La historia de Cerabella comenzó a finales del siglo XIX cuando Francesca Abella, una mujer adelantada a su tiempo, montó un pequeño obrador de cirios en Barcelona. Más de 150 años después, Cerabella, dirigida por la misma saga familiar y con sede en Barcelona y Miami, ha reinventado el oficio convirtiendo su maestría en un valor de carácter inimitable.

Detrás de cada vela hay un pedazo de la historia de las manos que la han creado, porque su producción es 100 % handmade in Barcelona. Sus productos son piezas únicas impregnadas del carácter creativo, abierto y mediterráneo de la ciudad que las ve nacer. Cada vela es fruto de la dedicación de un maestro artesano que, con pasión y esmero, desempeña este oficio singular. Un oficio esencialmente manual y pausado que, como la llama de una vela, desafía la vorágine del tiempo.

En Cerabella, las vela se realizan a mano de principio a fin y sus diseños son el resultado de la inspiración de su creador. Cada pieza, elaborada con materiales naturales y vestida con perfumes delicadamente seleccionados por sus maestros perfumistas, refleja la personalidad de Cerabella: un carácter único que marca tendencias y que la convierte en todo un referente del sector de la vela decorativa. Jordi Labanda, Sybilla, Michelle Oka Doner, Miró o Muma Soler son algunos de los artistas que han creado con Cerabella velas de autor que hoy forman parte de su colección.

Fuente: Cerabella.

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