Este apartamento, diseñado por Íñigo Iriarte se encuentra en la calle San Martín, muy cerca de la playa de La Concha y de la Avenida de la Libertad, una de las zonas comerciales más cotizadas de San Sebastián.

Este inmueble, que fue adquirido por un matrimonio como segunda vivienda, era muy oscuro y con muchos recovecos. Los interioristas tuvieron que diseñar una nueva distribución para potenciar la zona de día y conseguir una conexión tanto física como visual con la terraza, llenando el interior de luz natural, verdadero protagonista de este proyecto.

Íñigo Iriarte confiesa que «la iluminación, es el punto más importante de un proyecto, la herramienta con la que consigo conectar todos los elementos, resaltar texturas, colores y poner en valor los materiales, con el fin de conseguir una atmósfera adecuada para cada momento del día. La Luz da la vida a un proyecto«.

La vivienda, de 65 m2, cuenta con un pequeño hall, salón, cocina, aseo, comedor y un dormitorio en suite con baño incorporado. Iriarte comenta que el principal reto de este proyecto fue ubicar un nuevo aseo en la zona común, «siendo un hándicap inicial por su ubicación, lo hemos convertido en el mayor atractivo de la vivienda, un cubo de espejo que amplia cocina, salón y hall a través de su superficie«.

En relación a los materiales, a Iriarte le gusta optar, siempre que es posible, por materiales nobles, como la madera, piedra natural y metales como el latón natural.

A nivel decorativo, se ha querido buscar el equilibrio en la base, aportando pinceladas de color con piezas de diferentes artistas locales. (Jeam Mür, EgiKa y Unai Gabilondo). Y para mantener la esencia de la vivienda, se recuperaron las vidrieras originales.

La selección de mobiliario incluye piezas diseñadas en el Estudio Iñigo iriarte interiorismo (estantería desayunador, mesa auxiliar entrada, mesa comedora, cabecero, mesitas de noche) y mobiliario de marcas nacionales e internacionales (Bamax, Desiree, Sovet, BD Barcelona)

Como sello del estudio de Iriarte, no podía faltar un toque ecléctico, desde el aporte clásico con la pieza de anticuario sobre el pedestal en la zona de comedor, contrastando con un detalle desenfadado del pequeño Mouton (oveja) francés.

Fuente: Íñigo Iriarte