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Sillas que hicieron historia

La silla Varius de Oscar Tusquets, una de las primeras aportaciones españolas de los años 80 al panorama internacional de diseño

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1983. Silla Varius

Óscar Tusquets Blanca
Versión actual: BD Barcelona
Mini Varius

El arquitecto y crítico milanés Alessandro Mendini encargó en 1979 un juego de té y café a once destacados arquitectos internacionales para ser producidos por Alessi. Entre ellos estaba el prometedor arquitecto español de 37 años Oscar Tusquets. En 1983 se presentó públicamente la colección con gran eco mediático. Parece que el éxito de este proyecto tuvo bastante que ver con el encargo de Mobilplast a Tusquets para diseñar una silla que se llamaría finalmente Varius.

Oscar Tusquets  escribía en 1986: “Siempre pensé que todo arquitecto interesado en su profesión debería (aparte de lo del hijo, el árbol y el libro) tener la posibilidad de diseñar una silla a lo largo de su vida”. El deseo se cumplió.

La empresa Mobilplast, cuyo nombre fue cambiado por Casas en 1983, procedía de una saga de mueblistas barceloneses, la familia Casas. Fue fundada en 1961 por Isidro Casas, pero en 1966 sus hijas se hicieron cargo de la empresa. Con licencia italiana introducen en España la tecnología del poliuretano expandido y en 1978 deciden crear su propia familia de productos.

Humberto Ferrari, de Casas, conoce a Tusquets y en 1981 le encarga una colección de sillas de oficina que fuese versátil y también utilizable en ámbitos domésticos.

La silla Varius fue la primera silla diseñada por Tusquets para la producción en serie. También fue el primer encargo a un diseñador español de la empresa Casas. La inspiración para el diseño de Varius vino de la forma de un violín Stradivarius y de ahí el nombre de la silla, pero la Varius, como todo proyecto de Tusquets, es fruto de complejas influencias, de la historia de la sillería, de formas artísticas, de su gestualidad personal, de su obsesión por los detalles constructivos, …

Varius es una silla polivalente, para oficinas y para viviendas, también para edificios públicos, equipamientos, y colectividades. Es una silla confortable, que cumple todos los requisitos desde el punto de vista ergonómico. Y, aunque no lo parezca, la Varius en su versión estándar de cuatro patas es apilable.

La estructura portante de la Varius es de acero. La base del asiento  y respaldo de fundición de aluminio o fibra de vidrio recubierta de poliuretano flexible, que puede recubrirse con tela o piel. Los apoyabrazos van recubiertos de cuero. La producción no fue fácil. Se desarrollaron diversos prototipos, con proporciones y medidas que fueron ajustándose. La principal complejidad  procedía del empeño por mantener la delgadez  y sinuosidad de asiento y respaldo. ¿Cómo dar resistencia a una forma plana tan grande y a la vez tan delgada? La solución fue crear una carcasa resistente de aluminio ligera y recubrirla de espuma.

La Varius es una amplia familia de sillas. La original es la de cuatro patas (modelo 255). Existe una silla de secretaria muy ligera, con cinco patas con ruedas y sin apoyabrazos; un taburete alto, con apoyapies; una silla de trabajo y un sillón de dirección que incorpora un robusto apoyabrazos. Pero la familia ha ido creciendo: por ejemplo, una versión muy exitosa ha sido la de auditorios, colocada por primera vez en el Palau de la Musica Catalana, en Barcelona. El asiento tiene en su parte inferior un resonador Helmholtz, que permite, estando levantado, ofrecer el mismo grado de reverberación que una persona cuando la sala no está llena. Lo cual iguala las condiciones acústicas de la sala con o sin público. Otras versiones han sido la silla con mesita plegable, o la Extra de Varius, un sillón balancín que puede también fijarse sin movimiento. La mesa Alada fue también diseñada como complemento de esta sillería.

En 1990 los premios Iberdiseño la nombraron la mejor pieza española de los años 80. Y la concesión en 1987 del Premio Nacional de Diseño a la empresa Casas no fue sin duda ajeno al éxito de la Varius. Ha sido exhibida en numerosas muestras nacionales e internacionales. También ha sido abundantemente copiada, y es fácil reconocer su característico respaldo o sistema portante en algunas colecciones. Sin embargo, el reconocimiento que más satisface a productora y diseñador es el favor del público: la Varius ha sido generosamente apreciada en el mercado con un récord de ventas.

No es exagerado decir que la silla Varius fue la primera gran pieza del arranque del diseño español. La que consiguió mayor reconocimiento en el momento. También fue la primera en conseguir compatibilizar éxito comercial con éxito cultural. Y sin duda una de las primeras aportaciones españolas de pleno derecho, al panorama internacional de diseño.

Fuente: Juli Capella. Revista On.

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