Miguel Milá representa como nadie al diseño español. Miembro de la generación de los pioneros del diseño de los años 50, ha visto cómo algunos de sus muebles y lámparas se han convertido en auténticos clásicos. Comenzó a trabajar como interiorista en el estudio de arquitectura de su hermano Alfonso y de Federico Correa.
Ante la escasez de objetos, medios y materias primas de la época, pronto empieza a diseñar sus propios muebles y lámparas, que no tarda en producir a través de su empresa, Tramo, montada con dos amigos, los arquitectos F. Ribas Barangé y E. Pérez Ullibarri. Sin saberlo, había encauzado su carrera hacia el diseño industrial.
De Tramo (Trabajos Molestos) surgirán las versiones previas a las famosas lámparas TMC de 1958 y TMM de 1961, clásicos atemporales que continúan vendiéndose generaciones después. Más adelante fundará su propio estudio de diseño e interiorismo.
Participa en la creación del ADI FAD junto a André Ricard, Antonio de Moragas, Oriol Bohigas, Alexandre Cirici Pellicer, Manel Cases, Rafael Marquina y Ramón Marinel.lo, entre otros. Desde su fundación, esta asociación se dedicará a difundir el diseño español en el extranjero y a conectar a los jóvenes profesionales españoles con el exterior.
En 1987 fue reconocido con la primera edición del Premio Nacional de Diseño y en 2008 ha recibido el Compasso D’Oro .